RECURSOS Y NOVEDADES
Empezar por el por qué
Es común que cuando nos lanzamos a emprender nos fijemos en los negocios que han tenido éxito y así nos inspiremos o copiemos algunas estrategias con el deseo de seguir el mismo camino que dicha empresa. Algunos ejemplos de estas estrategias podrían ser: no menospreciar la partida destinada a comunicación, cuidar la creación del producto (o servicio) en todas las fases, ser transparentes y, por supuesto, trabajar, trabajar mucho. Estos elementos, entre otros, son obvios y hacen que la probabilidad de no abandonar en el intento aumente, pero no te aseguran nada. En ocasiones, es común empezar la casa por el tejado sin pararnos a reflexionar en lo verdaderamente importante.
Simon Sinek (escritor y motivador) ha dedicado parte de los últimos años a explicar de manera sencilla y concisa por qué tanto los líderes y las organizaciones exitosas lo son. Qué es lo que hacen, qué tienen en común para que puedan vivir de una idea que un día se les ocurrió. Lo que Sinek explica puede aplicarse a grandes multinacionales, pequeñas empresas, autónomos y, de hecho, a todas las actividades que hagamos en la vida, no solo al ámbito profesional. Para poder transmitir sus ideas, Sinek ha creado un gráfico sencillo y desde el que parte para su explicación. Lo define como el círculo de oro y lo representa de la siguiente manera:
Partiendo de estos tres círculos concéntricos y de la premisa de que estamos hablando de nuestro negocio/idea/proyecto, expone lo siguiente: todos sabemos lo que hacemos (círculo exterior), algunos cómo lo hacemos (círculo de en medio) pero muy pocos saben el por qué (círculo central). En ningún caso la respuesta al por qué debería ser “ganar dinero” y no porque el objetivo sea vivir en una sociedad en la que el dinero no sea importante, si no porque el dinero es el RESULTADO. El verdadero por qué es una creencia, es el motivo para levantarse por la mañana, lo que nos mantiene alerta, en el camino.
En muchas ocasiones el recorrido en este círculo se hace desde fuera a dentro: hablamos de nuestro producto/servicio (qué), después de lo que nos diferencia (cómo) y en base a esto esperamos una respuesta-compra. El por qué apela a los sentimientos y el qué responde a datos cuantitativos y, al final, los sentimientos son los que nos hacen tomar las decisiones.
Un claro ejemplo que utiliza Sinek es el de la empresa Apple. Muchas otras empresas también diseñan tecnología de muy buena calidad, sin embargo, ellos, en un primer momento no te están vendiendo sus productos, te venden en lo que ellos creen.
Si diésemos respuesta de una manera simplificada a las preguntas del círculo de oro sería algo así:
- ¿Por qué? Creemos en cambiar el status quo en todo lo que hacemos.
- ¿Cómo? Productos de diseño, fáciles y sencillos de usar.
- ¿Qué? Ordenadores, móviles, etc.
Y ahí reside parte de su éxito, grandes ventas y clientes FIELES.
Por eso, tener claro el por qué haces lo que haces y creer en ello no solo te ayudará a no rendirte en los momentos más complicados (que los habrá). También hará que conectes con gente que cree en lo mismo que tú, trabajarás con objetivos claros y serás honesto contigo mismo. Y cuando no sepas si merece la pena, qué decisión tomar o cómo seguir adelante, solamente tendrás que pararte y recordar tu porqué.
Julia Sopensens, dinamizadora de la Era Rural y emprendedora con su proyecto Dospezes
Bibliografía:
Sinek, S., (2018), Empieza con el porqué, Madrid: Empresa activa.
Charla TED, Sinek, S., Cómo los grandes líderes inspiran la acción, 2014