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CTER Centro Tecnológico Rural

Jacetania

Centro Tecnológico Empresarial Rural de Alto Rendimiento

El proyecto

El entorno rural y las sociedades humanas que viven en este, son la base que permite a un país tener seguridad alimentaria y control de ecosistemas. Ya que tanto la agricultura como la ganadería se enclavan en el mundo rural de cada estado, y la dependencia exterior en este sector puede generar graves problemas alimentarios en tiempos de limitación del comercio global. Es por ese y otros muchos factores, que preservar población en el entorno rural es primordial para un estado.

El entorno rural español habitualmente se basa en 3 sectores (Agricultura, ganadería y turismo) los cuales no están logrando atraer población en términos absolutos. Para crear un cambio de tendencia económica y demográfica, se propone promover un nuevo sector, que tenga una capacidad de crecimiento económico estable y por tanto asiente población. No se trata de atraer población, sino generar economía próspera en los pueblos y entonces la población irá sola.

En el pasado la población se fue de los pueblos buscando la industria, motor laboral por excelencia y que no tenía cabida en un pueblo por sus necesidades logísticas y de tejido industrial cercano (comunicaciones, proveedores, clientes, etc.). Sin embargo, hoy en día el sector más pujante es el tecnológico (TIC). 

Actualmente es el único sector que aún con pandemia y crisis sigue creciendo. Este sector puede deslocalizarse en cualquier lugar ya que solo requiere internet de alta velocidad. Además, cada vez hay más personas en ese sector que se plantean, porque sufrir los inconvenientes de la gran ciudad si no tienen por qué estar ahí para su trabajo, de nuevo la pandemia ha incrementado este sentimiento. 

Es aquí donde nace la oportunidad para el entorno rural, que sí puede ofrecer a todas esas empresas y trabajadores un entorno más agradable, ambiental, paisajística y socialmente donde potenciar su creatividad desde una perspectiva diferente.

Además, las grandes y medianas empresas tecnológicas tienen problemas para atraer un talento muy competido, y ofrecer estancias rurales de teletrabajo (temporales o permanentes) a modo de beneficio social les puede ayudar a retener ese talento.

La oportunidad que se plantea es crear una red empresarial tecnológica en el entorno rural formada por trabajadores por cuenta ajena y cuenta propia; equipos de trabajo de grandes y pequeñas empresas, que trabajen distribuidamente desde el medio rural, telemáticamente, desarrollando productos y servicios para el mundo entero.

Pedro Garcia, Marcos Rupérez y Jose Luis Pina; emprendedores y empresarios impulsores de este concepto (http://movimientotecnologicorural.org/quienes-somos/) y creadores del presente documento, realizaron una ruta de 1200 km y 33 días en bicicleta por la Huesca despoblada, con la intención de realizar un análisis empresarial sobre el terreno del entorno rural y comunicar los testimonios de emprendedores en prensa y redes. La ruta fue financiada por 12 empresas y la conclusión es el motivo de estas líneas. (Proyecto Ruta en Bici: https://www.b-rutal.es/)

Durante la ruta identificaron 10 barreras que estaban impidiendo que se desarrollara un tejido sectorial tecnológico en el entorno rural. Y se plantearon, crear un proyecto que tuviera como objetivo minimizar esas barreras mediante la implantación de una semilla del sector tecnológico, un epicentro en un punto concreto del entorno rural. De forma que pudiera servir de punto de partida para el crecimiento del sector en la zona, así como de ejemplo nacional de validación del concepto de semilla, diseñado por Pedro y Marcos.

Definen el proyecto como un Centro Tecnológico Empresarial Rural, y tiene como objetivo demostrar que se puede generar un puntual e hirviente núcleo del sector tecnológico en un pueblo, hacerlo crecer, prosperar y que pueda ser un modelo replicable. Y esto lo logran, promoviendo un lugar donde cualquier trabajador o equipo empresarial del mundo (cuenta propia o ajena) pueda probar sin barreras un periodo de trabajo integrado 100% en un entorno rural tanto a nivel social como geográfico.

Nutriendo de esta forma el entorno rural con un fuerte Networking tecnológico. Mediante una comunidad itinerante de trabajadores (cuenta propia y ajena) y empresas que residen temporalmente en el centro (de 1 semana a 30 días), mientras prueban el que podría ser su futuro entorno laboral, evaluando de esta forma dicha posibilidad.

La completa integración del centro en el entorno local, se logra mediante una comunidad residente de 5 emprendedores/as que viven permanentemente en el centro y edificios anexos al mismo. Ellos/as desarrollan en el centro sus proyectos empresariales a la vez que nutren la vida del centro, e interconectan el centro con la comunidad local del pueblo, a través de su vida social como habitantes del pueblo.

Buscando de esta forma que exista una rápida integración en el ecosistema social del pueblo por parte de la comunidad de itinerantes, que durante su horario laboral trabaja integrada con la comunidad residente, que en su tiempo fuera del trabajo los integran socialmente en el pueblo.

El centro plantea generar un modelo de desarrollo concéntrico. De forma que se genera un puntual e intenso epicentro, que actúa como imán y facilitador para que diferentes entidades generen centros de trabajo propios alrededor del núcleo. Creando así las condiciones para que más entidades se sumen al proyecto con sus propios edificios. Dichas entidades podrían ser: empresas y corporaciones que quieran formar parte de un hub donde hay intensa actividad o entidades públicas que vertebran el territorio.

Se espera que cada euro invertido en el centro generará al menos 5 euros más de inversión tecnológica en la zona, mediante la implantación de centros de trabajo de empresa tecnológicas, autónomos y nacimiento de negocios locales tecnológicos. Haciendo así el efecto multiplicador deseado para formar un tejido empresarial sectorial real. Que generará empleo y asentamiento poblacional.

 

La forma jurídica bajo la que se planea el centro es una fundación cuyos patronos son todas las entidades financiadoras (públicas y privadas). Dicha fundación tendrá como objeto generalista la creación de un sector tecnológico rural. Los patronos ideales del centro son empresas multinacionales que nutran el centro con sus trabajadores, al mismo tiempo que lo financian, así como entes públicos nacionales y locales que quieran apostar por este modelo de desarrollo. El proyecto tiene ambición de unir entidades a una causa que no es otra que el objeto fundacional.

La ambición del centro es ser un proyecto piloto nacional que sea testado en una ubicación, para después poder ser replicado en otras comarcas por toda España, creando una red de centros. A nivel internacional la ambición es que el centro tenga influencia internacional atrayendo talento de todo el mundo. 

El objetivo interno del centro es crear el ecosistema adecuado en el que se relacionan las comunidades locales del pueblo con los trabajadores y equipos de trabajo itinerantes (que tendrán estancias semanales en el centro) y los emprendedores residentes del centro. 

Se ha definido que el centro debe ubicarse en un pueblo que sirva como núcleo tecnológico de su comarca, en el cual la población sea menor de 1000 habitantes, que disponga de servicios suficientes, tenga motivación por el desarrollo tecnológico y tenga un cierto valor paisajístico.

 

 Actualmente se ha seleccionado como principal candidato el pueblo de Ansó (Huesca), con el cual ya se ha forjado una estrecha colaboración para promocionar el proyecto.

Además, Ansó es el único pueblo español seleccionado como Smart Village en el proyecto europeo Smart Rural XXI, seleccionado entre más de 300 pueblos españoles candidatos, por lo que se podría decir, es el pueblo con una trayectoria más clara para ser punta de lanza de los pueblos digitalizados.

El centro dispondrá de un edificio común con 10 habitaciones con baño (standard business 4 estrellas) donde se realizarán estancias temporales de trabajadores itinerantes o equipos de trabajo de empresas. En dicho edificio existirá un coworking con 25 puestos, así como un comedor, cocina, salón, sala de conferencias, sala de ocio, audiovisual hub, gimnasio y jardines. Dicho edificio servirá de punto de encuentro y trabajo de las 3 comunidades y seguirá los más estrictos protocolos de eficiencia energética y autoconsumo.

A su vez el centro dispondrá de 5 viviendas unipersonales en su entorno, que serán cedidas por periodos de 6 meses renovables a emprendedores residentes, que a cambio serán los “host” del centro dedicando un 25% de su jornada laboral al centro. Siendo seleccionados estos mismos en base a criterios de emprendedurismo y diversidad de especialidades predefinidas como necesidades del centro.

Para los trabajadores itinerantes, el centro ofrecerá estancias diferentes, en las que surja la creatividad mediante la integración de los trabajadores en un entorno divergente de su habitual entorno urbano de trabajo. Así en la semana o semanas de estancia podrán crear y trabajar orientados a un objetivo concreto. 

El centro tiene 10 puestos del coworking reservados para la participación de emprendedores locales y empresarios en el centro.

 

El centro tendrá multitud de actividades que tendrán como objetivo en general provocar la interrelación entre al menos 2 de las 3 comunidades en cada una de ellas como: Visitas a empresas de la zona, talleres empresariales y de creatividad, Visitas a empresarios locales, formación en digital skills, consultoría a empresas locales, sesiones de Networking, experiencias límite, conferencias, etc.

A nivel económico el centro se plantea como objetivo principal la sostenibilidad o incluso superávit anual operativo, de forma que solo es necesaria la inversión inicial para las instalaciones y el lanzamiento. Con este fin se diseña un edificio que autoconsuma su energía eficientemente, unas estructuras de costes variables fuertemente ligadas a facturación, etc.

Se estima que la inversión necesaria para el lanzamiento del centro y construcción de las instalaciones es de 2,4 millones de euros. Y se ha desarrollado un plan para comenzar la actividad desde el primer euro invertido, e ir integrando la actividad en las edificaciones propias al largo de los 2 años de construcción. Se estima que el gasto operativo a pleno rendimiento del centro será de 162.000 euros y los ingresos operativos medios de 216.000 euros. Siento los costes variables y adaptables a facturación para asegurar siempre estabilidad presupuestaria o superávit, ajustando los gastos por debajo de los ingresos cada año.

El centro seguirá una estricta política de transparencia emitiendo públicamente informes económicos y de actividades. Así como un alineamiento con la senda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible.

El equipo promotor son los fundadores de la asociación Desarrollo Tecnológico Rural (http://www.movimientotecnologicorural.org/) que tienen como ambición desarrollar este concepto, testearlo y dirigirlo. Buscando sumar todas las instituciones posibles que aporten valor y financiación al proyecto para su constitución. La asociación es el primer germen de la futura fundación que será la propietaria del proyecto junto con sus patronos. 

Actualmente diferentes entidades han mostrado su interés en participar en el proyecto mediante carta firmada, a continuación, se enumeran: Ayuntamiento de Ansó, Integra tecnología, Syder, Embou másmóvil, ARPA, Wegmann Automotive, Zoilo Ríos, Corpóreas Aragón, Green Grouping, profesionales de la carne, Hunteet, ITA (Instituto tecnológico de Aragón) y ECODES (Fundación Ecología y Desarrollo).

Ubicación

Ansó

Calle Extramuros, 4, 22728 Ansó, Huesca, España

Galería

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Personas vinculadas
Pedro Garcia