RECURSOS Y NOVEDADES
CON PUEBLO PERO SIN CASA
La pandemia ha despertado de repente el interés de muchas personas por el medio rural.
Y este interés ha puesto sobre la mesa un problema que quienes vivimos en pequeños municipios o trabajamos por su desarrollo ya sabíamos: uno de los principales obstáculos para la lucha contra la despoblación es el acceso a la vivienda.
No es que no haya casas. El problema es que las casas que hay no están disponibles.
Un mar de casas vacías llena nuestros pueblos.
Algunas están en ruinas, otras vacías casi todo el año, y otras se alquilan como vivienda turística, mucho más rentable a nivel económico para los propietarios, pero una verdadera lacra para el desarrollo sostenible y para la permanencia de las personas jóvenes.
Esto ya lo sabíamos. Pero ADRI JILOCA GALLOCANTA ha puesto cifras al problema gracias a un estudio específico:
Más del 55 % de las personas que intentaron alquilar una vivienda en un pueblo de menos de 1.000 habitantes no lo lograron y desistieron. Del resto, el 36,6 % encontraron la casa que buscaban y otro 8 % acabaron comprando ante la imposibilidad de arrendar un inmueble.
Obviamente la problemática tiene diferentes causas dependiendo de la zona, pero es un mal endémico de nuestros territorios rurales.
Algunos municipios han puesto manos a la obra, buscando pequeñas soluciones, pero el problema persiste porque es de magnitud, y requiere de la colaboración entre administraciones y entre los diferentes agentes del territorio.
Un ejemplo de colaboración y de estrategia municipal para fomentar el acceso a la vivienda es el de Ansó;
Gracias al Plan de Fomento de Vivienda de la Diputación de Huesca y con contribución de recursos municipales, Ansó construirá cuatro pisos en una nave municipal de arquitectura tradicional. Este es un ejemplo de zona en la que la mayor parte de viviendas tienen un uso turístico, elevando el precio del alquiler y limitando el parque de viviendas disponibles... "No se alquilan o son para turistas, y cuando viene gente de fuera o nuestros jóvenes se quieren independizar, no encuentran", dijo la alcaldesa, Montse Castán en declaraciones al periódico el Heraldo.
Los nuevos pisos serán ‘pisos trampolín’ para ocupar por un tiempo limitado, 5 años, con un alquiler de 240 euros.
Pero mientras llegan las soluciones, quienes buscan vivienda en la zona rural; bien porque quieren seguir viviendo en su zona, o bien porque sueñan con volver o con establecerse en un pueblo, siguen sufriendo la falta de viviendas disponibles, o los alquileres inasumibles... Más caros incluso que en la ciudad.
¿Y tú? ¿Conoces otras iniciativas municipales de fomento del acceso a la vivienda?
¿Tienes alguna idea para afrontar ese problema?
¿Nos las cuentas?
hola@laerarural.es